Vivir en Madagascar significa enfrentarse a condiciones climáticas cambiantes, ya que el país es catalogado como el cuarto más afectado por el cambio climático en el mundo, según el Coordinador Residente de la ONU en el país. Sanogo, que ha estado supervisando los avances en la adaptación a la crisis climática, observó cómo una agricultora en Betroka, apoyada por el PMA, logró mejorar su producción de yuca gracias a nuevas técnicas agrícolas. Este ejemplo es parte de cómo los malgaches se están adaptando a la nueva realidad climática.
La disponibilidad de electricidad en comunidades rurales está generando oportunidades, como establecer barberías, y la introducción de prácticas climáticamente inteligentes para promover la resistencia de cultivos a la sequía y sistemas de riego mejorados está siendo realizada por agencias de la ONU y organizaciones asociadas. Sin embargo, la situación sigue siendo frágil, especialmente con el fenómeno de El Niño, y se necesitan acciones anticipadas para ayudar a los 2.3 millones de personas que necesitan asistencia.
Madagascar ha sido seleccionada como uno de los 30 países en la lista del Secretario General de la ONU. Iniciativa de alertas tempranas para todos y su plan de acción para el 2024-2027 fue el primero en completarse a nivel mundial, lo que demuestra un paso importante hacia la reducción de las necesidades humanitarias a largo plazo y el avance hacia la Agenda 2030. A pesar de los desafíos, Sanogo se muestra optimista de que con el apoyo adecuado, las comunidades vulnerables podrán lograr una vida mejor.