En las tierras secas del Señorío de Molina, en los llanos de Guadalajara, el terreno es árido y la vegetación es escasa. No obstante, estas condiciones favorecen el crecimiento de lavandín, una planta aromática utilizada para la extracción de aceites esenciales de alta calidad para perfumería y farmacia.

Hace cinco años, una multinacional energética y la ONG Fundación Naturaleza Global se unieron para plantar y cuidar lavandín como parte de un Plan de Acción para la Biodiversidad (PAB) en la zona. Esto ha transformado hectáreas de cultivo de cereal en campos de lavandín, proporcionando un hábitat para aves esteparias en peligro de extinción, como la Alondra ricotí.

Amanda del Río de la Fundación Naturaleza Global destaca que han pasado de tener 11 hectáreas de lavandín a más de 200, con la participación de nueve agricultores locales en los últimos cuatro años. Se están llevando a cabo conferencias, talleres formativos y visitas de empresas de cosmética para asegurar la comercialización de la esencia de lavandín.

Para preservar la biodiversidad, se ha desarrollado un proyecto en las tierras de Tinto Natura 2000 para mejorar la conectividad de poblaciones de aves esteparias, como la Alondra ricotí. Esto incluye diversificar el paisaje con el cultivo de lavandín ecológico y utilizar la ganadería extensiva como herramienta de gestión, permitiendo que las ovejas controlen la maleza y mantengan el hábitat adecuado para estas aves.

La alianza entre la multinacional energética y la Fundación Naturaleza Global ha sido clave para el éxito del proyecto. Han logrado transformar extensas áreas de cultivo de cereal en campos de lavandín, proporcionando un hábitat para aves esteparias en peligro de extinción. Además, continúan trabajando en la expansión de este tipo de cultivo y en la comercialización de la esencia de lavandín.