La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (ENVÍO) ha aprobado las modificaciones del Reglamento sobre envases y residuos de envases, que sustituirá a la actual Directiva vigente desde 1994. La nueva normativa, que se encuentra en la fase final de su tramitación, regulará qué tipo de envases se pueden comercializar en el mercado de la UE, así como las medidas de gestión y prevención de sus residuos que deben ser habilitadas.
Todos los envases comercializados en la UE deberán cumplir con los requisitos establecidos en cuanto a su fabricación, composición, y su carácter reutilizable o recuperable. Con esta nueva propuesta, la UE pretende contribuir a alcanzar el objetivo del Pacto Verde Europeo y el nuevo plan de acción de economía circular, garantizando que «todos los envases que circulan en el mercado de la UE sean reutilizables o reciclables de manera económicamente viable para 2030.
Asimismo, la nueva normativa establece un escala de objetivos para la reducción de residuos de envases, con una disminución del 10% para 2030, del 15% para 2035 y del 20% para 2040. También establece las proporciones de plástico reciclado que deben contener los distintos tipos de envases en función de su uso. Además, prohibirá las bolsas de plástico muy livianas a menos que su uso pueda estar justificado por razones de salud o para promover la venta de alimentos a granel.
La nueva legislación también busca restringir el uso de compuestos químicos persistentes en polímeros plásticos, como los compuestos polifluorados y perfluorados (PFAS), y el peligroso bisfenol A (BPA), utilizados habitualmente en la fabricación de envases para alimentos.
Tras la aprobación de las enmiendas, antes de que el proyecto de ley llegue al Parlamento Europeo, las asociaciones de la cadena agroalimentaria y la hostelería han mostrado su preocupación por el ‘cambio radical’ que, a su juicio, supondrá la aplicación del reglamento en la gestión de residuos de envases. El sector critica además la posibilidad de implementar el sistema de devolución y devolución (SDDR), que consideran inasumible para el pequeño comercio urbano en el que se basa la distribución en España.
En cuanto a los objetivos de utilizar plástico reciclado, el sector de consumo masivo señala la necesidad de garantizar la existencia de infraestructuras de colección y clasificación necesarias para incrementar el volumen de recogida y garantizar el suministro de plástico post consumo en las cantidades necesarias para cubrir las necesidades actuales del sector. Los fabricantes también solicitan promover la tecnología de reciclaje químico para reducir los plásticos a sus constituyentes químicos básicos y repolimerizarlos nuevamente.
Mientras se sigue tramitando la normativa, conviene recordar que los residuos de envases están fuera de control en la UE, con un volumen que ha aumentado de 66 millones de toneladas en 2009 a 84 millones de toneladas en 2021. El volumen per cápita actualmente se encuentra alrededor de 190 kilos por habitante por año, cifra que se espera que aumente a 209 kilos por habitante en 2030.