Los expertos del Centro Nacional de Información sobre Terremotos (NEIC) del Servicio Geológico de Estados Unidos realizaron una rápida descripción del terremoto de magnitud 6,8 en Al Haouz, Marruecos, sugiriendo que tuvo lugar a una profundidad de aproximadamente 25 kilómetros bajo tierra. Según el modelado de fuentes del USGS publicado en El registro sísmico, el deslizamiento del terremoto ocurrió entre 15 y 35 kilómetros de profundidad, más profundo de lo habitual en esa región.

El sismólogo William Yeck mencionó que la región no tiene una alta actividad sísmica, lo que dificulta comprender las características comunes de los grandes terremotos en las montañas del Atlas. Además, indicó que la ausencia de un deslizamiento a la superficie y la baja cantidad de réplicas hacen difícil confirmar qué fallas estuvieron involucradas en el terremoto.

El terremoto dejó miles de muertos, heridos y daños estructurales en la provincia de Al Haouz, especialmente en la ciudad de Marrakech. Para su análisis, los investigadores del USGS utilizaron datos telesísmicos y del satélite InSAR, combinándolos para crear varios modelos de la fuente del terremoto. Yeck explicó que la combinación de estos conjuntos de datos proporciona la imagen más completa del terremoto.

El modelo sugiere que el terremoto ocurrió en la corteza inferior, a unos 25 kilómetros debajo del Alto Atlas occidental de Marruecos, como una ruptura ciega que no alcanzó la superficie. Yeck también mencionó la importancia de comprender las réplicas para visualizar qué fallas estuvieron involucradas en el deslizamiento. Finalmente, los investigadores destacaron la importancia de compartir datos sísmicos en tiempo real con la comunidad global de monitoreo sísmico, especialmente en regiones con poca cobertura sísmica.