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Qué es la economía circular y como funciona

Qué es la economía circular y como funciona

La economía circular básicamente es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende.

Recorre tu casa y verás productos que realmente son inútiles y que no necesitas. Ropa que ya nos usas, electrodomésticos obsoletos o comida que desperdicias. Y en ese momento nos damos cuenta de lo derrochadores que somos.

Pero lo que no siempre tenemos claro es que el cambio climáticolas emisiones de gases de efecto invernadero como el CO₂ y la producción de materiales están estrechamente relacionados con nuestra forma de vida y nuestro estilo de consumo.

Se calcula que más del 60% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (excluyendo las del uso de la tierra y la silvicultura) se liberan durante la extracción, el procesamiento y la fabricación de bienes para satisfacer nuestras necesidades. Es hora de cambiar y en nuestras manos están las herramientas para hacerlo, ¿cómo? La economía circular es un punto de partida fundamental.

¿Qué es la economía circular y como funciona?

Empecemos por el principio. Para descubrir todo sobre la economía circularprimero debemos hablar de su opuesto: la economía lineal. Y ¿qué es la economía lineal? Es la que actualmente llevamos a cabo, empresas, gobiernos y también los ciudadanos.

Es muy sencillo y a la vez la peor de las acciones. Se recoge la materia prima de los recursos naturales, se fabrica el producto, lo adquirimos, lo utilizamos y por último lo desechamos.

Os pongo un ejemplo. ¿Quién no se ha comprado un teléfono móvil y ha adquirido otro antes de que se estropeara? Simplemente por mero capricho. Quizás es ahí donde reside el verdadero conflicto. La economía circular se basa concretamente en no desperdiciar de forma tan rápida los productos que fabricamos, sino en reutilizarlos.

Estos son los principios básicos de la economía circular:

  • Ecodiseño y producción: la forma en que se fabrican y envasan los productos puede hacer la diferencia. Por ejemplo, si en un mismo envase nos mezclan plástico y cartón, ¿cómo esperan que lo reciclemos?
  • Ecología industrial y territorial: gestionando de forma optimizada los stocks y los flujos de materiales, energía y servicios.
  • Economía de la “funcionalidad”: priorizar el uso frente a la posesión.
  • Reutilizar los productos o partes de los mismos.
  • Reparación: no dar por perdidos de forma tan rápida los productos estropeados, darles una segunda vida.
  • Valorización energética de los residuos que no se pueden reciclar.

El objetivo último es reducir de forma real la cantidad de basura que producimos. Y que en los vertederos acabe la menor cantidad posible de residuosporque el mejor residuo es el que no se genera. No olvidemos que somos la única de las especies que genera residuos que le suponen un problema a la naturaleza.

Economía circular: gestión de residuos

La gestión de residuos desempeña un gran papel en la economía circular. Según la Unión Europea, el objetivo fijado para los residuos municipales es de un 55% para 2025, dejando en vertederos un 10% para 2035. Pero, ¿llegarán a cumplirse estos objetivos? España no parece ir en el mejor camino para conseguirlo.

Un punto de partida es establecer una jerarquía común, creando una serie de prioridades, desde la prevención, la preparación para la reutilización, el reciclado y la recuperación de energía, hasta la eliminación de los residuos. Ya hay leyes, europeas y nacionales, que establecen esta jerarquía.

Economía circular: consumo

Aquí tenemos mucho que ver todos los ciudadanos y nuestras decisiones a la hora de adquirir productos. Es importante tener en cuenta que la toma de decisiones está determinada por la información que tenemos los consumidores a la hora de comprar.

La variedad de productos, los precios, el etiquetado, envasado y composición. Por ello, una completa información por parte de los consumidores es crucial para que su decisión de compra sea la más adecuada y sostenible posible.

Dentro del consumo de productos es muy apropiado ahora mismo que os hable de la bioeconomía. Para los consumidores es una alternativa a esos productos que se generan a base de combustibles fósiles, haciendo que los recursos sean biológicos y renovables.

Economía circular: cambios en los procesos de producción

Aunque existen productos diseñados de forma inteligente y novedosa, el uso ineficiente de esos recursos en los procesos de producción puede dar lugar a una significativa generación de residuos.

Es importante aplicar la innovación en todos los procesos y no solamente en el apartado tecnológico. Grandes ejemplos son la economía colaborativa, el autoconsumo o las comunidades energéticas y locales, que comparten gastos y energía de forma eficiente.

La contratación pública también representa un papel relevante en la transición energética. Para marcar los principios por los que se debe regir la contratación pública existe el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) haciendo referencia al Plan de Contratación Pública Ecológica de la Administración General del estado.

Este Plan marca como objetivo que la contratación de energía eléctrica sea 100% renovable en el año 2025 para todo el consumo de edificios y servicios de la AGE. Y además indica medidas a tomar. Como el fomento de la inclusión de criterios ecológicos en la contratación, la apuesta por la reducción de la huella de carbono y/o la compra pública de electricidad de fuentes de energías renovables.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos por la economía circular?

Hay ciertos aspectos donde la ciudadanía puede actuar y ser un auténtico revolucionario, ya que como consumidores, somos el motor de esa economía. Todos con nuestras decisiones (junto con las de millones de personas) son la base del cambio hacia el modelo de economía circular.

El autoconsumo es buen ejemplo de ello. Porque es que es una de las mejores opciones para tener una mayor independencia energética y reducir en gran medida las emisiones de CO2 a nivel particular.

El reciclajeel uso consciente de los materiales y productos que adquirimos, alargar la vida de esos productos y utilizar alternativas sostenibles en energía, son otras opciones importantes que debemos instalar en nuestras vidas.

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